Bienvenido a la montaña rusa! Acompañado de grandes logros, este periodo es uno de los más frustrantes durante la crianza de tu niño, pues él probará los límites y lidiará con grandes emociones.
Si ya leíste el artículo acerca de los estilos de crianza, sabes que después de 4 décadas de investigaciones se ha identificado la crianza autoritativa como la mejor opción. Te damos algunas estrategias autoritativas para ayudarte y enseñarle a tu pequeño cómo identificar lo que se espera de él y cómo manejar sus emociones.
Pataletas
Aunque pueden comenzar antes, las pataletas serán protagonistas entre los 18 y 24 meses de edad. Es una época de transición para los niños y de desespero para los padres, te indicamos algunas tácticas para manejarlas.
Prevenir — Los pequeños serán más propensos a una pataleta si tienen hambre, están cansados o tienen acceso a lo que se les ha prohibido. Asegúrate de mantener el espacio a prueba de bebés, no tener a la vista los juguetes o cosas con las que no debe jugar, seguir las rutinas establecidas y siempre que este descansado y bien alimentado.
Distraer y redireccionar – Por ejemplo, si tu niño pierde el control cuando la abuelita se va después de una visita, ten una actividad lista para centrar su atención una vez se haya despedido.
Conectar – Esta estrategia funciona muy bien cuando la pataleta se da por cansancio, frustración o tristeza. Abraza tu pequeño y empatiza con su situación hasta que se calme diciéndole “entiendo que estas triste porque tu juguete se rompió”.
Ignorar – Cuando tu niño se bota al piso y empieza su pataleta porque no le diste la galleta que quería, ignorarlo le enseña que la pataleta no es la forma efectiva de obtener atención o algo que quiera. Apenas pare la pataleta, déjale saber que te sientes orgulloso de él por lograr calmarse por sí mismo.
Mantén la calma – ¿Sabemos que es fácil decirlo, pero no hacerlo! Sin embargo, en este caso cualquiera de estas estrategias no va a funcionar si estas enojado. Está bien que te hagas a un lado y respires cuantas veces sea necesario. Ten en cuenta que todos los padres y cuidadores de niños de esta edad están pasando por esta difícil pero normal etapa.
Consecuencias lógicas y naturales
En esta etapa, los niños ya entienden qué está bien y qué está mal, así las consecuencias naturales (entendidas como el resultado inmediato de su comportamiento) funcionan muy bien. Supongamos que tu niño decide botar un juguete detrás del sofá. Tú lo recuperas y le explicas que lo harás por esta vez pero que no debe hacerlo de nuevo. ¡Adivinaste, lo volvió a hacer!, la consecuencia natural será perder su juguete, hasta la próxima vez en la que decida limpiar debajo del sofá.
Al igual que las consecuencias naturales, las consecuencias lógicas están relacionadas con su comportamiento. A diferencia de las consecuencias naturales, estas tú las decides. Por ejemplo, tu niño bota el vaso al piso mientras está comiendo. Tú lo levantas, lo pones en la mesa y le dices, “este vaso debe estar acá, no tiramos los vasos”. Si él lo vuelve a botar, la consecuencia lógica será, “ya no hay más vaso”, y lo pones en el lavaplatos. Puedes ofrecerle al final de la comida un poco de agua si quedo con sed.
Las consecuencias naturales y lógicas son muy efectivas, pero cuando no funcionan (si tu niño presenta comportamientos de “alerta roja” como golpear, morder o salir corriendo en el parqueadero), necesitaras considerar un tiempo de castigo o un tiempo de pensar.
Tiempo de castigo & Tiempo de pensar
Tiempo de castigo – A los niños no les gusta tener que parar lo que están haciendo, quedarse quietos o ser ignorados por un tiempo determinado. La idea del tiempo de castigo es que no sea agradable y así aprender a no repetir el comportamiento que los llevo a esta situación.
La AAP recomienda el tiempo de castigo para los comportamientos de “alerta roja” solamente después de los 18 meses. El tiempo de castigo apropiado es de un minuto por año, te recomendamos seguir estos pasos en función de la habilidad de tu niño de cumplirlos.
- Sienta a tu niño en tus piernas, mirando hacia Adelante.
- Llévalo a su silla y mantén tu mano sobre su hombro o la pierna.
- Dile que se siente en su silla hasta que pase el tiempo indicado.
Cuando termine este tiempo, deja que tu niño vuelva a la actividad que estaba realizando, sin hablar más sobre el tema.
Tiempo de pensar – Existe mucho debate entre diferentes corrientes sobre los tiempos de castigo. Algunos dicen que esto no enseña nada al niño y han sugerido usar un “tiempo de pensar”. Existen varias versiones del tiempo de pensar, la más común es sacar al niño de la situación en la que se esta comportando mal y sentarse con él, ayúdalo a calmarse y explícale que estuvo mal de su comportamiento y como esperas que actúe en una situación similar en el futuro. Otra versión es definir un área de la casa con libros, muñecos de peluche o lo que a el le guste que le de tranquilidad. Cuando tu hijo no se comporte bien, lo llevas a esta área y así el aprenderá a calmarse y recapacitar acerca de su comportamiento.
Lo que debes tener en cuenta
Una de las principales características de la crianza autoritativa es permanecer emocionalmente en sintonía con tu niño, así su comportamiento te lleve al límite. ¿Qué significa esto?
Enfócate en el comportamiento y no en el niño: “No mordemos” en vez de “niño malo”.
Reconoce y valida los sentimientos de tu pequeño antes de todo, después sigue con una de las reglas y sus consecuencias: “Estas enojado, Esta bien sentirse así, pero no esta bien que me pegues, por favor ve a tu silla”.
Empatiza: “Es triste irse del parque, te entiendo”.
Explica: “No mordemos, duele”.
Empodera a tu pequeño ofreciéndole opciones: “Puedes parar de golpearme con tu oso o yo me lo llevo”.
¡Intenta agregar un poco de humor en la disciplina, es sorprendentemente poderoso! Puedes encontrar ejemplos de como hacerlo acá.
Lo más importante es ser consistente, lo cual es clave para una disciplina efectiva. Define comportamientos con consecuencias especificas e impleméntalos siempre.